La Usina de Tandil inauguró la obra que demandó una inversión cercana a los 1.800 millones de pesos y está ubicada a la altura del km 173 de la Ruta nacional 226.

El acto contó con la presencia del intendente Miguel Lunghi y el presidente de la Usina, Cdor. Matías Civale. Además estuvieron el diputado nacional Rogelio Iparraguirre; la diputada provincial Melisa Greco; el subsecretario de Energía de la Provincia Gastón Ghioni; el presidente del Oceba Roberto Daoud, el vicepresidente del Freba Ing. Juan Carlos Simunovich, y el presidente de la Cámara Empresaria Agustín Usandizaga, entre otras autoridades.

El presidente de la Usina de Tandil aseveró durante su discurso que hace unos años “tuvimos esa visión años de garantizar la energía del futuro para Tandil” y que la ciudad compite ahora “en mejores condiciones que las ciudades cercanas y no tan cercanas” para la radicación de empresas.

“Hoy es un día muy especial para la Usina y también para la ciudad de Tandil”, comenzó diciendo Civale. “Pero no quiero quedarme con este día únicamente sino con todo el proceso. Lo importante no es el final solamente sino también el camino recorrido. Y en esta obra no podemos quedar con la obra en sí misma, una obra monumental, pero nos estaríamos perdiendo de darle valor a lo que fue llegar hasta acá, en estos años en que la hemos construido. Nos quedaríamos solamente con la foto del final, donde estaríamos los actores que estamos presentes como si fuéramos los dueños de esta obra y la realidad es que esta obra no tiene dueño, pero sí tiene responsables”.

Entre ellos nombró a “quienes la soñaron, tuvieron la visión y la planificaron hace casi diez años. El Directorio de hace diez años, con Ricardo Suarez García, con Patricio Fernández y Horacio Canziani a la cabeza”.

También señaló al intendente Lunghi como “responsable fundamental”, porque “enseguida cuando escuchó ese proyecto y esa visión que solo estaba en ideas, entendió la importancia para el desarrollo productivo, el desarrollo industrial y para el desarrollo general de la ciudad y enseguida junto a Oscar Maggiori firmó la cesión de estas hectáreas en donde hoy está este predio de la Estación Transformadora”.

“A nuestros gerentes de todo este tiempo, Guillermo Saab y, fundamentalmente, a nuestro querido Mario Cabitto, que seguramente por algún lugar de acá arriba y nos estará guiando, observando, controlando, apoyándonos y seguramente estará muy orgulloso de esto que construimos juntos y que lo tiene a él como uno de los principales responsables”

A su turno, Agustín Usandizaga, presidente de la Cámara Empresaria, manifestó que “hay ocasiones como la de hoy en las que creo que es necesario resaltar el gran trabajo que lleva adelante la Usina Popular de Tandil que, sin hacer ruido, hoy inaugura una de las obras más importantes de los últimos 70 años para la ciudad”

En tanto, Juan Carlos Simonovich, vicepresidente del FREBA (Foro Regional Eléctrico de Buenos Aires), sostuvo que desde el organismo representa algo muy importante que una obra se inaugure “que después del trabajo de una distribuidora -en este caso, la Usina de Tandil- con todo su Directorio, todo su personal, sus directivos y funcionarios, y en la cabeza de Mario me tocó caminar por distintas razones, por muchos lugares para que esta obra se pudiese concluir”.

Durante la inauguración, el subsecretario bonaerense Gastón Ghioni se refirió a la Estación Transformadora: “Esta obra es un aporte muy importante para Tandil ya que esta nueva línea eléctrica implica más potencia, y eso significa mejores condiciones para el crecimiento de la región”.

Por su parte el intendente Miguel Lunghi señaló en su discurso que “sabemos que hoy se está coronando un largo y arduo trabajo que le permite a nuestra ciudad contar con la Estación Transformadora 2. Ningún hecho importante de la historia sucede en un parpadeo. Se va construyendo a marchas y contramarchas, lentamente, y en esa transición aparece la madera de la que están hechas las instituciones y los hombres que las forjan”, agregó.

También hizo referencia a la “pluralidad” y “altruismo político” que tuvieron Juan Nigro y Debilio Blanco Villegas para fundar la Usina, “la empresa que la ciudad necesitaba”.