El 18 de mayo de 2002 comenzó a funcionar la entidad.

Ya lleva repartidos 4,3 millones de kilos de alimentos entre casi 120 entidades que dan de comer a más de 16.900 personas.

Nació en el marco de una crisis económica muy importante cuando un grupo de personas impulsadas por la conciencia social y solidaridad, soñaron poder ayudar a los de menos recursos y luchar contra el desperdicio alimentario.

Este aniversario encuentra a la institución multiplicando esfuerzos para enfrentar otra crisis igual de profunda: la pandemia.

“Este día se convirtió inesperadamente en un aniversario más que especial y lleno de incertidumbres que nos hace pensar, analizar y volver a empezar día a día con todo el foco puesto en quienes más lo necesitan”, indicaron en un comunicado.

El Banco de Alimentos, que está formado por un consejo directivo y un staff permanente, es simplemente el “motor que le da arranque a un inmenso y extenso colectivo” que se mueve y recorre su camino gracias a miles de personas, voluntarios, empresas, organismos públicos y privados que confían y se unen al objetivo primordial de la fundación.

“Hoy, sentimos que es primordial agradecer a todos los que brindan su tiempo o dinero, empresas y entidades asociadas que hace 18 años nos acompañan, formando parte indispensable de una cadena sumamente valiosa que resulta en hacer llegar los alimentos imprescindibles a quienes más los necesitan”, explicaron.

No se dejó de lado el permanente apoyo del Municipio y de las autoridades estatales de la ciudad, y de The Global FoodBanking Network, que apoya a nivel mundial a la Red Argentina de Bancos de Alimentos de la que forman parte desde hace años y que los regula y ayuda en el trabajo diario. A la Fundación Mesa Solidaria, a todos los voluntarios, desde el consejo directivo hasta los que participan de forma semanal, mensual y en cada evento en el que participan.

Asimismo, mencionaron su gratitud con las 118 entidades asociadas que retiran alimentos del BAT y cumplen una labor esencial para que los alimentos se conviertan en un sabroso plato de comida. Lo mismo con el sector papero, lechero y agrícola ganadero de Tandil y la zona, desde los productores hasta los acopios, molinos, frigoríficos y cámaras, entre otros.