Se realizó la entrega de Desfibriladores Externos Automáticos (DEA) a instituciones de la ciudad, en el marco del programa “Tandil, ciudad Cardioprotegida”.

El acto se realizó en el salón del “Valle de los Ciervos”, en el que estuvieron presentes, el diputado nacional Rogelio Iparraguirre; la concejal Guadalupe Gárriz; la directora asociada de la Región Sanitaria VIII, Dra. Martina Iparraguirre; y representantes de asociaciones e instituciones de la ciudad de Tandil.

El programa “Tandil, ciudad Cardioprotegida”, sancionado por la Ordenanza que adhirió a la Ley Provincial 14.794, establece la obligación de instalar un DEA en todo espacio público o privado de concurrencia masiva. En la ciudad, los Desfibriladores Externos Automáticos, fueron financiados por el Ministerio de Salud de la Provincia de Buenos Aires y entregados a la Asociación de Bases de Campamentos, la Liga Agraria de Fútbol, el Parque Industrial Tandil, Organización de Carreras de Aventura, Asociación Tandilense de Atletismo y los locales bailables Glow y Sol Disco.

“La ordenanza que pone a Tandil como ciudad Cardioprotegida, debe ser reglamentada por el Ejecutivo local y no sabemos cuánto tiempo más se van a demorar para hacerlo. Empezamos a dudar de la voluntad para llevar adelante este programa que insistimos salva vidas. La situación es que hoy los equipos están, la inversión provincial también y la ordenanza no está reglamentada”, aseguró Iparraguirre.

Agregó que “las tragedias ocurren y hoy estamos ante una realidad que si un trabajador del Parque Industrial, un atleta, o turista sufre un problema cardiorrespiratorio, por ser estrictamente institucionalistas, tenemos los equipos entregados pero una ordenanza sin reglamentar: es una contradicción que nos pesa mucho”.

Los estudios médicos más recientes comprueban que la respuesta en los primeros momentos que una persona sufre una dificultad cardiopulmonar, mientras llegan los servicios de emergencia, puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte. Esto requiere, en primer lugar, de una persona capacitada en maniobras de resucitación cardiopulmonar (RCP). Y en segundo, de manera complementaria y para ampliar más las posibilidades de sobrevida, el dispositivo conocido como Desfibrilador Externo Automático (DEA).