La Asociación Civil Punto Verde Tandil envió recientemente una carta a las instituciones educativas sobre la importancia de enseñar sostenibilidad desde la práctica en las escuelas.

Además, invitó a docentes y directivos de instituciones educativas de Tandil a la charla “ESCUELA+VERDE”, a llevarse a cabo el viernes 9 de abril a las 18.

La carta sobre la propuesta de enseñar sostenibilidad desde la práctica en las escuelas es la siguiente:

 

“Llevo muchos años con hijos en la escuela y esta época de comienzo de clases, en particular con la compra de libros y fotocopias, siempre me lleva a la misma reflexión que quiero compartir.

Temas como el cambio climático, la sostenibilidad, la gestión de basura, las 3R de la ecología aparecen cada año en la currícula de todos los cursos. Pero es muy importante que los docentes se den cuenta que estos temas no pueden verse como un tema más, y que no debe abordarse solo desde lo teórico sino que es fundamental que sea una práctica en el día a día en el colegio.

Tal vez los docentes no son conscientes que tienen en sus manos la oportunidad única de influir en toda una nueva generación que puede lograr el cambio verde que necesita el mundo. El docente tiene el poder de llegar a cada alumno, y por ende multiplicarse en cada familia, para la adquisición de hábitos saludables que acompañarán toda la vida.

Se habla de sostenibilidad como la explotación de recursos por debajo del límite de renovación de los mismos, asegurando de esta forma cubrir nuestras necesidades actuales sin sacrificar la posibilidad de que las generaciones venideras puedan satisfacer sus necesidades. Para que sostenibilidad no sea solamente una palabra, para poder transformar esta palabra en acciones, las 3R de la ecología -REDUCIR, REUTILIZAR y RECICLAR- son una guía que puede acompañarnos día a día en cada decisión y acción de consumo responsable. El orden de las 3R es importante, ya que van de mayor a menor sostenibilidad.

La escuela es una gran consumidora de papel y, como todos conocemos pero no siempre tenemos presente, esto implica un gran consumo de árboles a partir de los cuales se extrae la pulpa para fabricar el papel. Es conocido que los árboles son considerados los pulmones del planeta y que la deforestación tiene muchos efectos negativos para el medio ambiente ya que produce la pérdida de hábitat de millones de especies. Se hace necesario reflexionar sobre qué significan datos como “Se necesitan 15 árboles para fabricar una tonelada de papel”, o “Se calcula que de la celulosa de un solo árbol se puede obtener un promedio de 12.000 hojas de papel” o, “Cada persona consume 170 kilos de papel (en España).

La basura juntada por la recolección municipal tiene por destino el relleno sanitario, un lugar a 15 km del centro de la ciudad donde apilamos basura produciendo daños tales como: ocupar un espacio irrecuperable para siempre, aumentar la huella de carbono mediante el uso de combustibles fósiles al trasladar la basura, y la producción de metano que es un gas inflamable y que al igual que el dióxido de carbono es de efecto invernadero.

Cuando los papeles ya no nos sirven, aunque estén rotos o escritos, el reciclaje es la opción preferible frente a la opción de tirarlos a la basura común. La separación de papel y traslado a los puntos de reciclaje hace posible que ese papel que ya no nos sirve pueda convertirse en la materia prima para fabricar papel nuevo, evitando así la tala excesiva de árboles.

 

Es importante que en los colegios se habiliten papeleras para separar papel para reciclar, y que el mismo se acerque a un punto de reciclaje. Recientemente la Dirección de Medio Ambiente del Municipio de Tandil ha comenzado con el establecimiento de puntos limpios dentro de las escuelas aportando separadores y el flete de los materiales a los puntos limpios municipales.

La reutilización, en contraposición con la moda de lo descartable, apunta a alargar la vida útil de las cosas usándolas muchas veces, y por esto se presenta como una opción más sostenible frente al reciclaje.

En el caso de hojas de papel, la reutilización invita a no tirar las hojas que fueron escritas de un sólo lado para que puedan tener una segunda vida. Estos son algunos ejemplos reales que he aplicado estos años siempre que he podido:

Eco-carpetas, con hojas blancas por un lado y por el otro escritas (se tacha el lado inválido y se pueden agujerear o anillar)

Eco-cuadernos, con los restos de hojas que sobran de los cuadernos de años anteriores

 

 

Pero la motivación principal de esta carta es resaltar la importancia de la REUTILIZACIÓN DE LIBROS. Los libros merecen un respeto especial por haber sido impresos a color, en un papel grueso, tener tapas y estar encuadernados. Por supuesto a estas características se le suma su alto costo y el esfuerzo económico que les implica a las familias a comienzo del año lectivo. También un libro implica un gran esfuerzo al ambiente: el uso de tintas de color es más contaminante que la tinta negra, y un papel grueso más las tapas son más kilos de papel utilizado.

Por una parte, he apreciado notablemente las ocasiones en las que pude reutilizar libros de un hijo con el siguiente. En otras ocasiones, llevándose mis hijos dos-tres años de diferencia, no me fue posible reutilizar los libros porque me coincidió un cambio de la edición solicitada por el colegio.

Teniendo en cuenta que las editoriales tienen su negocio al realizar cambios de ediciones año tras año, y que he podido comparar en diversas ocasiones manuales de ediciones consecutivas encontrando que la diferencia radica principalmente en cambios de páginas y no de contenidos, sería deseable que el colegio mantenga todo los posible la misma lista de libros solicitada año tras año, permitiendo la convivencia de ediciones diferentes. Además, las editoriales han inventado el concepto de libro con fichas recortables, lo cual les permite tener un alto flujo de ventas anuales ya que recortar implica descartar.

Son los docentes los pueden hacer la diferencia entre un libro reutilizable y un libro descartable mediante dos consejos básicos que pueden acercar a los alumnos, para que al año siguiente se puede pasar el libro a otro alumno para que lo reutilice, y de la misma forma se puede recibir un libro usado para reutilizar:

1-      En caso de se determine que sea más conveniente para el alumno o el docente que las actividades se realicen en el libro, hacer hincapié en que el libro se ESCRIBA RESPETUOSAMENTE con lápiz negro (evitando escribir con fibras o lapicera) de forma que pueda borrarse con facilidad

2-      Evitar recortar las fichas recortables, manteniendo todo unido el libro en su forma original.

Atendiendo a la primera y más importante de las 3R, REDUCIR debemos evitar el uso de papel siempre que sea posible. Algo muy positivo de la época que nos toca vivir es que hemos ahorrado mucho papel durante 2020 aprovechando en la educación las ventajas del mundo digital. A veces es necesario imprimir en papel, subrayar, señalar, tachar, resolver, dibujar. Otras veces, la impresión o la fotocopia puede ser evitable. En ese sentido considero estamos en buen camino con actividades y materiales que se envían en formato digital, permitiendo siempre que se pueda dejar la elección de imprimir a los padres/alumnos según conveniencia y agregando una firma verde a la comunicación digital del tipo: Cuidemos el medio ambiente. Evita imprimir si no es necesario.

Por último, se hace necesario que en cada institución educativa se inicie un proceso de auto-evaluación o auditoría ambiental, tanto a nivel institución como a nivel personal de alumnos y docentes. En relación al papel se pueden plantear cuestiones a monitorear durante todo el año como ¿Cuántos kilos de papel gasta un alumno/maestro/secretaría por año? ¿cuánto de ese papel es reutilizado? ¿cuánto papel rescatamos para reutilizar? ¿cuánto papel separamos para reciclar? ¿cuánto papel hemos ahorrado al evitar imprimir tal o cual cosa que puede enviarse de forma digital?

Me despido con el slogan de la ong verde de la que formo parte y desde la cual promovemos la importancia de adquirir hábitos 3R”.